Perú ausente en Santiago

martes, 16 de septiembre de 2008


Acaba de suceder un hecho muy importante para la geopolítica continental. Brasil ha sido aceptado como el actor relevante en la solución de la crisis boliviana.
Como sabemos, lo que ha ocurrido hasta el momento, en resumen es lo siguiente:
- Facciones ideológicas y raciales diferentes están en la pugna por el poder económico en Bolivia.
- Esa pugna ha escalado y se ha convertido en un enfrentamiento territorial, con deseos de autonomías.
- El gobierno de Evo Morales no ha conseguido doblegar los esfuerzos separatistas y Bolivia se encuentra al borde de la secesión.
En estas circunstancias, Morales, no obstante su pasado golpista, ha invocado la ayuda de los demás países para evitar ser víctima del n-ésimo golpe en Bolivia.
Los países se han reunido en Chile usando el mecanismo de UNASUR, entidad creada en el 2004. La convocatoria ha estado a cargo de Lula.

¿Qué ha pasado en Chile?
Brasil ha impuesto sus condiciones. Como se lee en El País:
Lula puso unas condiciones para viajar a Santiago y las consiguió. Pidió una tregua previa entre Morales y la oposición y se ha producido. Reclamó la aceptación expresa de La Paz para que él intercediese en la crisis, y la obtuvo. Es más, los rivales de Morales han celebrado la mediación brasileña a pesar de que Lula les echó un rapapolvo por utilizar la violencia para desafiar al Gobierno. Brasilia también pretende que la cumbre acabe con un mensaje claro en contra de toda injerencia externa en Bolivia y que no haya comentarios fuera de tono contra Estados Unidos. Al parecer, esto también fue acatado por la mayoría.

Perú simplemente no ha asistido. Dice Fernando Obregón:
Una pena que la miopía histórica ciegue a Alan García, que no ha podido ocultar su permanente malestar por su dificil vecindad con Evo Morales, quien alguna vez en Lima le recordó que alguna vez lo conoció "flaco y antimperialista".
Una pena para los pueblos de Perú y Bolivia que son uno en origen y destino y que históricamente están umbilicados por experiencias comunes. Bolivia vive el preámbulo de una guerra civil y el presidente de Perú envía a su Canciller a una cita presidencial, como si quisiera desatenderse del tema.
En la reunión han participado -además de la presidenta de Chile Michelle Bachelet, quien ofició de anfitriona- la presidente de Argentina Cristina Kirchner; de Bolivia, Evo Morales; de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa; de Colombia, Álvaro Uribe; de Paraguay, Fernando Lugo; de Uruguay, Tabaré Vásquez y de Brasil, Ignacio Lula Da Silva.
En Santiago de Chile, se ha discutido el futuro de la región y el Perú se ha aislado, en una conducta que -bajo ningún argumento- tiene justificación. Un gobierno desacreditado de Perú ha realizado un histórico gesto de desprecio al hermano pueblo de Bolivia. Algo que, por supuesto, no comparte la mayoría de los peruanos.


Desde una perspectiva geopolítica, mas allá que confiemos en la eficacia de Itamaraty, eso no nos puede tener ausentes en tratar un tema que está ocurriendo en nuestra propia frontera y que tiene serias implicancias dentro de Perú. Bolivia es fuente de problemas y oportunidades:
- La frontera peruano-boliviana es escenario de intercambios de mercancías de contrabando, drogas, vehículos robados y armas, lo cual dificulta la conservación del orden público en Puno y Madre de Dios.
- Bolivia alimenta los afanes "autonómicos" de ciertos actores en Puno, los cuales son solamente un pretexto para obtener ventajas políticas y económicas ante el poder central de Perú.

¿Cuáles son las razones de nuestra ausencia en Santiago?
Podemos aventurar las siguientes:
1. Al gobierno peruano no le interesa resolver esta crisis, porque tiene información de que ya está resuelta en favor de alguien o no obtendrá solución.
2. No queremos herir más susceptibilidades luego de las acusaciones de que "sicarios peruanos y brasileños" estarían actuando en favor de una de las facciones separatistas.
Esas acusaciones no han podido ser probadas. Los brasileños no las han tomado en consideración y por el contrario, han sido los más activos en caminar hacia su solución.

¿Qué se debería hacer sobre este conflicto?
En primer lugar, resolver nuestros problemas en Puno. Sea que el conflicto tome mayor escala o se resuelva en uno u otro sentido, por los siguientes años vamos a tener una zona frágil y no podemos aumentar esa fragilidad con problemas en el altiplano peruano. Hay que resolver el problema de representatividad, delincuencias, tráfico de drogas, etc. Si es posible, militarizar la frontera para alejar a las bandas organizadas de esa zona y de esta manera aligerar la presión sobre la población puneña.
En segundo lugar, debemos retomar nuestro rol del socio histórico del pueblo boliviano. Si hay alguien que puede conversar con Evo Morales sobre lo que significa la ideologización de la economía y sus resultados, es Alan García. Ojalá que no se pierda esta oportunidad.

1 comentarios:

Anónimo 16 de septiembre de 2008, 11:22  

si alan garcia quiere tener importancia como lider continental, es justamente a este tipo de citas donde no deberia estar ausente.